Desde que lo descubrí me dejó fascinado. Me han ayudado mucho sus enseñanzas y he decidido contar un poco sobre su vida. Espero que os guste!
Neville Goddard (1905-1972) fue un místico, metafísico y autor de varios libros y conferencias. Se crió en Barbados, en el Caribe, una isla colonia británica. Fue el cuarto hijo en una familia de nueve niños y una niña. Un día jugando con sus hermanos en la playa, una mujer vidente que vivía cerca les leyó el futuro y respecto a Neville dijo que él tenía una misión especial que llevar a cabo en el mundo, de Dios y que él viajaría a un país lejano y pasaría su vida allí. Esta predicción se hizo realidad.
A los 17 años se trasladó a Estados Unidos para estudiar arte dramático. Después de una gira por Inglaterra y una conversación con un escocés que le habló de los poderes de la mente, decidió centrarse en el estudio de la metafísica a su vuelta a Nueva York.
En 1943, en plena II Guerrra Mundial y con 38 años, fue enrolado en el ejército contra su voluntad, pues se consideraba demasiado mayor y tenía una mujer e hijos que criar. Neville nos cuenta que usando el poder de su imaginación quedó exento de seguir en el ejército con honores. El paso por el ejército además le permitió obtener la ciudadanía estadounidense.
Neville se interesó por la interpretación esotérica de la Biblia después de conocer a Abdullah, un judío etíope que impartía clases de Cristianismo esotérico. fue a escucharle, medio protestando, para satisfacer la constante insistencia de un amigo. Cuando Abdullah le vio le dijo «¿Dónde has estado? Llegas con seis meses de retraso.»

Muy sorprendido, Neville le preguntó de qué le conocía y cómo sabía que él iba a venir. A lo que Abdullah respondió: “Los hermanos me lo dijeron hace seis meses”.
A partir de ese momento, aprendió con él, hebreo, la Cábala, el significado simbólico de las Escrituras y la ley de la Asunción, estableciendo las primeras bases de la filosofía del pensamiento creativo que más tarde Neville desarrollaría más profundamente.
El maestro Abdullah le enseñó a vivir como si sus objetivos se hubieran cumplido, y a mantenerse fiel a una idea. Decía que no atraemos lo que queremos, sino lo que creemos que es verdad. Siguiendo estas ideas, Neville Goddard afirmaba haber experimentado importantes cambios en su vida.
En 1930, Neville Goddard comenzó a dar conferencias en una pequeña habitación de un edificio público Nueva York. Al principio reunía a muy poca gente pero, gracias a su carisma y a su don de palabra, poco a poco fue calando su mensaje, ganándose la confianza del público y consiguiendo finalmente grandes audiencias. En una de sus conferencias conoció a una joven diseñadora que asistía como público, la cual acabaría siendo su segunda esposa con quien tuvo una hija llamada Victoria.
Durante años viajó por todos los Estados Unidos transmitiendo sus ideas a quien quisiera escucharlas, hasta que, en 1950 se estableció en Los Ángeles, donde dio una serie de charlas en televisión y radio. Continuó dando conferencias en el Wilshire Ebell Theater de esta ciudad, que siempre abarrotaba de público, Nueva York y San Francisco.
En sus conferencias y libros, Neville habla de la técnica
para crear la propia realidad física mediante el uso de la imaginación. En una
de las conferencias nos cuenta como hizo un viaje de Nueva York a Barbados para
ver a su familia sin dinero en plena depresión.
Una de las aportaciones de Neville al mundo ha sido considerar a la Biblia como
un manual de la conciencia del hombre. Neville pensaba que las
historias de la Biblia se desarrollan en la mente del hombre individual, siendo
más bien un libro de instrucciones de nosotros mismos, un manual para
el desarrollo de hombre. Neville hablaba de Cristo como un maestro que
demostraba continuamente el poder del pensamiento creativo.
Las dos palabras más poderosas para Neville, afirmadas con fe, son “Yo soy”. Al afirmar esto con convencimiento, “Yo soy una persona llena de abundancia”, una vez realizado el cambio en tu mente, producirá que tu entorno se reorganice hasta manifestarse en la realidad.
Él hablaba de las “asunciones”. La palabra asunción es el sustantivo del verbo “asumir”. Asumir que algo es realidad, no importa lo que veas, oigas, toques o huelas a tu alrededor. Lo que has asumido como cierto en tu imaginación, desde la sensación del deseo cumplido, hará que el mundo físico se reorganice hasta que lo veas reflejado en el mundo físico. Según Neville, “el mundo físico no es más que el espejo donde se refleja la realidad de tu mente, que es lo único real”.
Os dejo unos vídeos que tengo sobre Neville Goddard de mi canal de YouTube por si os apetece conocer un poco mas sobre esta interesante persona!
Gracias por compartir tu generosidad
Estoy recién en Las Asunción
Si he tenido desconcierto a veces
Te agradezco la reseña me ha acercado más.